Algunos retos se derivan de la forma en que el aprendizaje intergeneracional está integrado en nuestro actual sistema de aprendizaje y en nuestra política (EPALE, 2020).
Restricciones de política social, los controles externos sobre la libertad individual mantenidos por la sociedad;
Estructuras y convenciones institucionales rígidas, como los edificios educativos; en relación con la accesibilidad física.
Falta de conocimiento del sector y de capacidad organizativa, como gestión y estrategia;
Reticencia del personal y falta de formación;
Falta de un plan de estudios de aprendizaje intergeneracional;