El multiculturalismo se refiere a la existencia de varias culturas que conviven en el mismo espacio geográfico o social, pero sin implicar influencia o intercambio entre ellas, sin contacto con la comunidad local. No aboga por la asimilación de costumbres ajenas a la propia cultura, lo que puede conducir al conflicto. Por ejemplo, un alumnado proveniente de diferentes países o regiones, que solo interactúa con aquellos que comparten este elemento distintivo, tanto dentro como fuera del aula.
La interculturalidad, sin embargo, aboga por la coexistencia de diferentes culturas en un mismo espacio y, además, se compromete a la interacción entre ellas sin la supremacía de ningún grupo cultural. La interculturalidad se basa en valores como el respeto a la diversidad, el crecimiento de cada grupo y la integración. También se basa en el diálogo para la resolución de posibles conflictos que puedan surgir. Por ejemplo, un aula donde estudiantes de diferentes orígenes geográficos interactúan entre sí en igualdad de condiciones, tanto dentro como fuera del aula.